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  • Santiago Salazar

¿Qué tanto influye un CEO en el éxito o fracaso de una empresa?

Los números no mienten. Al contrario de grandes empresas como Facebook, Twitter no crece de la misma manera, de hecho, es más irregular y con más preguntas que respuestas sobre su modelo de negocio, sus acciones decrecen proporcionalmente al crecimiento de Facebook, sus usuarios están por debajo de los 300 millones mientras que Facebook registra 1.400 millones a nivel mundial, sus estrategias son cambiantes y no tienen un rumbo fijo. Este es el caso de Dick Costolo, CEO de Twitter, catalogado como el quinto peor CEO del año 2014 según BBC News.


A veces es difícil creer que personas tan preparadas, carismáticas, líderes y con grandes juntas directivas puedan llegar a fracasar, casos como Costolo se presentan día a día en el mundo empresarial y llega a ser sorprendente como una sola persona es capaz de llevar una empresa a la quiebra en tan solo un par de años. Es por esto que me pregunto: ¿Qué tanto influye un CEO en el éxito o fracaso de una empresa? En mi opinión, son muchas las razones por las cuales un CEO podría llevar una empresa a pique, sin embargo, la más común suele ser un desconocimiento de la cultura empresarial, de sus procesos e incluso de la industria.


Otro factor que considero crucial al momento de definir el éxito o fracaso de una empresa son sus intereses personales, en diversas ocasiones los grandes lideres intentan jugar con el precio de las acciones para obtener beneficios personales e incluso son capaces de perjudicar a sus empleados con el fin de tener un mayor reconocimiento a nivel empresarial, otros por el contrario prefieren ayudar a sus empresas pasadas o a compañeros que también son directivos de otras empresas, sin darse cuenta que seguramente esa ayuda les cueste el fracaso.


Un ejemplo de esto ocurrió en una empresa de transporte, en donde el CEO adquirió un nuevo sistema operativo para “mejorar los procesos” sin escuchar las opiniones de su junta directiva ni la de los empleados de tecnología que conocían todos sus procesos como la palma de su mano, efectivamente esta nueva tecnología no se adaptó a la empresa y resulto en millones de dólares en pérdidas, no solo por la compra del nuevo software sino por el costo de pérdida de clientes, tiempo y dinero invertido en este proyecto, esto llevo al CEO a renunciar y dejar una empresa casi en la quiebra. ¿Por qué habría este CEO tomado una decisión tan drástica que llevara a la quiebra a una empresa prospera? Sencillo, el final de esta historia se remonta al pasado, en la cual el CEO había trabajado antes para la empresa a la cual le compro este sistema, seguramente recibió comisiones por la millonaria compra, seguramente solo quiso sentirse cómodo y trabajar con algo que él ya conocía sin tener en cuenta si la empresa también lo necesitaba, o seguramente solo quería mantener una buena relación con los contactos de su anterior empresa. Sea cual sea su decisión, fue capaz de destruir una empresa en muy poco tiempo, tirando a la basura un trabajo de muchas personas por muchos años.


Pero no todo es malo, hay lideres que por el contrario se han encargado de levantar empresas de la quiebra y han resultados victoriosos con un cambio de cultura, este es el caso del CEO de Chrysler de 1979 a 1992 Lee Iacocca, el cual salvo a su empresa de la banca rota a través de la re estructuración de su administración, se enfocó en lo verdaderamente importante y así logró que en solo 3 años la empresa volviera a ser rentable. Al igual que el caso anterior, hay una clara relación entre el CEO de una empresa y el desarrollo sostenible en el tiempo de una empresa, en todos los casos mencionados en este articulo se habló de empresas grandes que tenían mucho dinero, conocimiento y lideres con mucha experiencia, pero el hecho de tener las mejores herramientas de trabajo no garantiza que se usen de la manera correcta. Así que la próxima vez que haya un cambio de CEO, fíjese como su actitud y su manera de actuar van a llevar a su empresa al éxito o al fracaso


“Grandes inversionistas no necesariamente son grandes presidentes de empresa”


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